Industria

El rearme de la industria sanitaria: los cambios de propiedad que han marcado los últimos dos años

En el período se han vendido tres sanitarias, y eso no es todo, ya que dentro del año podrían concretarse al menos otros dos negocios más.

Por: Magdalena Arce L. | Publicado: Viernes 7 de febrero de 2020 a las 12:39 hrs.
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Los movimientos en la industria sanitaria no han parado los últimos dos años. A mediados de 2018, la japonesa Marubeni, a través de Aguas Nuevas, se hizo de Aguas Chañar por unos US$ 27 millones de la época, y en lo que va del año, se han anunciado dos procesos de compraventa, que implican cambios de concentración y de propiedad de un total de ocho sanitarias.

Gracias a la adquisición de Aguas Chañar –que abastece a 94.484 clientes de la región de Atacama- Aguas Nuevas pasó a tener el 10% del mercado a nivel país y tras el anuncio de MG Leasing Corporation (estatal nipona similar a la Corfo) de vender su participación (50%) en la matriz -que integra Aguas del Altiplano, Aguas Chañar, Aguas Araucanía y Aguas Magallanes-, Marubeni pasa a tener total control de la compañía, tanto directa como indirectamente.

A lo anterior, se suma el ingreso de Sacyr Agua al negocio de servicios sanitarios. Esto luego de que adquiriera por unos US$ 35 millones la operación Sembcorp -Grupo con base en Singapur en- en las regiones Metropolitana y de Antofagasta.

Se trata de Aguas Santiago, Aguas Chacabuco y Aguas Lampa -que abastecen a las comunas de Lo Barnechea, Colina y Lampa, totalizando 36.035 clientes-; y de Aguas del Norte, que ofrece suministro y tratamiento de agua a grandes clientes de la II Región.

Pero eso no es todo, ya que dentro del año podrían concretarse al menos otros dos negocios más. En abril del año pasado, la estatal colombiana Empresas Públicas de Medellín (EPM) hizo pública su intención de enajenar Aguas Antofagasta -abastece a 177.616 clientes, un 3,23% del mercado- debido a los problemas de caja que le había traído el retraso de su proyecto hidroeléctrico Hidroituango. Según fuentes del mercado, la valorización de la cartera de esta sanitaria se estima en unos US$ 1.000 millones.

Pese a lo atractivo del negocio del norte -debido a que abastece a empresas de gran envergadura- y a que EPM contaba con el permiso del Municipio de Medellín para vender su participación en la compañía, hoy el proceso está estancado, debido a que la estatal y el municipio se encuentran demandados en tribunales.

Venta de Essal

Otro negocio que podría cerrarse este año es el de la filial de Aguas Andinas que opera en el sur, Essal. El anuncio dado a conocer en enero, tomó por sorpresa al mercado, toda vez que la compañía está en medio de un proceso de caducidad liderado por la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS) de bido a cortes del agua potable por más de 10 días en la ciudad de Osorno.

Pese a que no existe claridad de cuánto podría verse castigado el precio de venta de la sanitaria, fuentes de la industria señalan que existen dos compañías, que por cercanía geográfica, podrían tener interés en adquirir las 33 concesiones que tiene Essal en las regiones de Los Lagos y de Los Ríos.

Una de ellas es Aguas Nuevas, que tiene presencia en la región de Los Ríos a través de su filial Aguas Araucanía (233.673 clientes) y con esto podría consolidar aún más participación en la zona, pues también cuenta con Aguas Magallanes (53.934) en el extremo sur.

Una segunda posibilidad es Aguas Patagonia (28.598) de grupo Icafal, cuya operación comprende gran parte de la región de Aysén, hasta la isla de Chiloé.

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